Manifestaciones por la vivienda este 5 de abril de 2025 | Las calles de 39 ciudades se llenan para protestar por la crisis de la vivienda
El Sindicato de Inquilinas: “Se acabó marcharnos de nuestros barrios y ciudades” | Casi 40 ciudades piden la bajada de los precios del alquiler y recuperar las viviendas vacías | La ministra de Vivienda afirma que comparte algunos reclamos de las manifestaciones y pide el compromiso de todas las administraciones


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Las manifestaciones contra el precio de la vivienda han recorrido este sábado decenas de ciudades españolas, entre ellas, Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia, Málaga, Las Palmas de Gran Canaria o Donosti, entre otras. Había movilizaciones convocadas en 39 ciudades. En Madrid, Valeria Racu, portavoz del Sindicato de Inquilinas, ha asegurado que esta protesta coordinada marca un momento histórico. “Se acabó marcharnos de nuestros barrios y ciudades”, ha exclamado. Los convocantes reclaman que bajen los precios del alquiler, que se generalicen los contratos indefinidos, se recuperen las viviendas vacías, turísticas o en alquiler de temporada, el fin de la especulación y que se desarticulen los grupos de desokupación. La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha afirmado que comparte algunas de estas peticiones y ha pedido la colaboración de todas las administraciones para resolver el problema. “Las viviendas deben ser para vivir y no para especular”, ha escrito en su cuenta de X. En Barcelona, la portavoz del Sindicato de Inquilinas, Carme Arcarazo, ha advertido: “Los gobiernos no son conscientes de que si no se plantan contra el poder inmobiliario, la crisis de vivienda se los llevará por delante”.

Comienza aquí la narración en directo de las manifestaciones por la vivienda en España
Buenos días. Comenzamos la narración de la última hora de las protestas por el precio de la vivienda de este sábado. Hasta 39 ciudades acogen manifestaciones a lo largo de todo el día, la mayoría en torno a las 12, cuando comenzarán en Madrid, Sevilla, Málaga, Las Palmas de Gran Canaria o Donosti, entre otras. También habrá protestas por la tarde en Barcelona o Valencia, en torno a las 18. Los manifestantes piden que se facilite el acceso a la vivienda, bajando el precio de los alquileres, haciendo indefinidos los contratos y recuperando casas vacías.

Falta de imaginación, un pensamiento castrado, segmentación social, confusión de conceptos, desgaste existencial… Como en una construcción abandonada que ha sido colonizada por la vegetación, la crisis de acceso a la vivienda extiende sus ramificaciones mucho más allá de las paredes de cada casa. De ello dan cuenta las reflexiones de ocho expertos de distintos campos con los que ha contactado EL PAÍS. Lo que sigue es un resumen de ocho conversaciones, mantenidas en las últimas semanas, con la misma pregunta de partida: ¿Qué dice de nosotros la crisis de la vivienda? Un adelanto: las respuestas no solo hablan de nosotros mismos, sino de la sociedad, de nuestra manera de pensar, de la gestión (y la responsabilidad) política, e incluso de las lavadoras...

Comprar o alquilar vivienda. El debate o, al menos, las cuentas, son pertinentes dada la magnitud de la crisis de la vivienda en España, cuya subida de precios es imparable. En el primer trimestre del año los pisos nuevos y usados en venta se han encarecido un 7,5% interanual, según Tinsa. El alquiler ha crecido un 10,3% durante los últimos 12 meses, de acuerdo con Idealista.

Del problema de la vivienda en España se ha escrito mucho y se escribirá mucho más durante este año. Y también se ha dibujado. Estas viñetas de Flavita Banana, El Roto y Riki Blanco -que este sábado dedica la suya de nuevo a la vivienda- publicadas en EL PAÍS en los últimos años sirven de resumen de la crisis: de los estragos de la turistificación a las penurias de los jóvenes para establecerse en un hogar:

España vivió durante el verano y otoño del año pasado un ciclo de manifestaciones por la crisis de la vivienda. Vinculadas también a los efectos negativos del turismo sobre los precios y la accesibilidad, hubo protestas en que sumaron decenas de miles de asistentes en Canarias, Baleares, Madrid, Barcelona, Málaga o Valencia. Este sábado, en una convocatoria unitaria de los Sindicatos de Inquilinos y con el apoyo de entidades y asociaciones, los vecinos de 40 ciudades están llamados de nuevo a manifestarse el mismo día. Hay convocatorias a mediodía (Madrid, Málaga, Sevilla o Baleares) y otras por la tarde (Barcelona, Valencia o Zaragoza). Esta vez, el lema es “Acabemos con el negocio de la vivienda”. A la convocatoria se suman además ciudades medianas de Galicia (Santiago, Vigo, Coruña), Gijón, Salamanca, Murcia o Burgos, por citar algunas. Desde el barómetro del CIS de diciembre pasado, la vivienda se ha situado como el primer problema para los españoles.

La dificultad del acceso a un hogar, ya sea por compra o en alquiler, es la gran preocupación de los españoles, y de momento está lejos de disiparse. Mientras se acumulan los obstáculos para paliar el problema y la clase política se muestra incapaz de hallar una solución duradera, los sueños de prosperidad de mucha gente se desvanecen.

Primero fueron los maestros: alertaron del impacto que la crisis de vivienda tiene en sus alumnos, por extensión, en las escuelas. Ahora se suman los sanitarios: médicos, enfermeras e incluso personal administrativo denuncian que la emergencia habitacional ha entrado en los ambulatorios y relatan el empeoramiento de la salud física y mental de quienes tienen problemas de vivienda. Y no solo en los centros de salud de los barrios más vulnerables, sino que se extiende, mientras ven cómo sus propios pacientes son expulsados a barrios más periféricos. La alerta la lanzó este martes en Barcelona el colectivo Capçalera, que agrupa a personal sanitario de la atención primaria.

Los problemas de acceso a una casa digna se han multiplicado hasta crear una brecha de desigualdad de difícil resolución. Aquí, claves y posibles soluciones.

Las movilizaciones previstas durante la mañana
Listado de ciudades y puntos de salida, ordenadas por horas
11.30h
Málaga. Plaza de la Merced
Murcia. Plaza Santoña
12.00h
Almería. Mirador paseo Marítimo
Badajoz. Plaza de la Soledad
Burgos. Plaza del Cid
Cádiz. Plaza San Antonio
Cáceres. Kiosko de la Música
Coruña. Plaza Ourense
Cuenca. Estación de Tren
Donosti. Boulevar
Ibiza. Consell Insular
El Puerto (Cádiz). Plaza Juan Cabala
Fuerteventura. Puerto del Rosario
Granada. Triunfo
Guadalajara. Plaza de Santo Domingo
Jerez de la Frontera. Plaza de Abastos
Las Palmas de Gran Canaria. Plaza del Pilar
La Línea (Cádiz). Drago Centenario
Logroño. Paseo del Espolón
Madrid. Atocha
Palma (Mallorca). Plaza Espanya
Santander. Plaza del Ayuntamiento
Santiago. Praza do Toural
Salamanca. Plaza Barcelona
Sevilla. Parlamento
Tarifa (Cádiz). Alameda
Valladolid. Fuente Dorada
12.30h
Gijón. Plaza del Humedal

Comienza la manifestación en Palma (Baleares)
Más de 60 entidades de las islas Baleares se han sumado a la movilización bajo el lema “Acabemos con el negocio de la vivienda”. Gente joven, familias y también mayores marchan en protesta a esta hora desde la plaza de España de Palma hacia el Paseo del Borne. Pancartas con lemas como “Confrontamos y resistimos” o “Por el derecho a la vivienda” se mezclan con los grupos de xeremiers que amenizan la marcha con música.
Alexandra, de 28 años, ha acudido junto a su grupo de amigos porque dice que a pesar de que los jóvenes han hecho todo lo que la sociedad les ha pedido, “no nos podemos permitir nada”. “Vivo en casa de mis padres, no puedo comprar o pagar un alquiler y ni siquiera puedo elegir dónde quiero vivir, lo tengo que hacer en función del precio. Tener tu casa es imposible por muchas ayudas que tengas”, lamenta.

Baleares | Precios de récord en las islas
Miles de personas marchan a esta hora en la capital de las islas, en Palma, en una protesta que también se ha extendido a Ibiza y Menorca. Y es que el precio de la vivienda en Baleares se encuentra en máximos históricos tanto en el mercado de compra como en el de alquiler. Según los últimos datos del Colegio de Notarios referentes al año 2024, el precio del metro cuadrado en las islas escaló hasta los 3.435 euros. Fue el mayor incremento del país, un 15% con respecto al año anterior y que casi duplica el precio medio en España, que se sitúa en 1.978 euros.
Comprar una vivienda en Baleares el año pasado costó de media 346.935 euros para un inmueble de unos cien metros cuadrados. Respecto al mercado del alquiler, la situación es igual de desalentadora. 2024 cerró con un aumento medio del 9,5% del precio de los arrendamientos, situándose el metro cuadrado a 17,6 euros, según datos del portal inmobiliario Idealista. Eso arroja un precio de 1.408 euros para un piso de 80 metros cuadrados.

Dos asistentes a la manifestación por la vivienda en Madrid, este sábado. / Santi Burgos
Madrid | Los manifestantes inician su recorrido en el Paseo del Prado
Miles de manifestantes comienzan a recorrer el Paseo del Prado en dirección a la Plaza de España en la capital. El grupo —-principalmente conformado por jóvenes, pero en el que también se encuentra a adultos en edad de jubilación— avanza al grito de “Madrid será la tumba del rentismo”.
Algunos baten sus llaves, símbolo que ha ganado peso en las protestas previas, y otros muchos levantan pancartas que reivindican el derecho a un hogar digno. “Que nos escuchen los rentistas”, arenga una joven en el megáfono, y los asistentes responden a gritos de “vergüenza” y silbidos.


Manifestación por la vivienda en Sevilla. / PACO PUENTES
Sevilla | La protesta por la vivienda coincide con una manifestación por la sanidad pública
Sevilla es esta mañana de sábado una ciudad reivindicativa. A estas horas dos grandes marchas recorren la ciudad, una en protesta por el declive de la sanidad pública y otra para reivindicar el derecho al acceso a la vivienda, el segundo y el tercer problema que más preocupan a los andaluces, de acuerdo con el barómetro del Centro de Estudios Andaluces (Centra), el CIS andaluz. Es la segunda vez que los sevillanos salen a las calles para protestar por el encarecimiento de los pisos, tanto para comprarlo como los de alquiler. En el caso del alquiler, los precios en 2024 se incrementaron en un 8,4% respecto del año anterior, alcanzando los 11,9 euros por metro cuadrado. Este régimen es el mayoritario entre los alrededor de 3000 manifestantes -a falta de los datos oficiales- que han comenzado su marcha desde el Parlamento andaluz a las 12 de la mañana.

Madrid | La portavoz del sindicato de inquilinos: “Se acabó marcharnos de nuestros barrios y ciudades, basta de desahucios y de irnos con la cabeza baja”
La portavoz del Sindicato de Inquilinas, Valeria Racu, ha afirmado al inicio de la manifestación en Madrid que “es momento de ponerle fin al negocio de la vivienda”. Racu ha asegurado que el movimiento coordinado en cerca de 40 ciudades marca un momento histórico y es el inicio del fin de “un sistema parasitario que devora los salarios y el futuro” de millones de españoles. “Se acabó marcharnos de nuestros barrios y ciudades, basta de desahucios, basta de irnos con la cabeza baja”, ha exclamado en su atención a los medios.
Además, ha asegurado que “la huelga de alquileres ha venido para quedarse”. También ha criticado la respuesta del Gobierno ante esta situación: “Si no recuperan las viviendas secuestradas en pisos y casas vacías, las vamos a recuperar nosotros”, ha sentenciado.


Vista de la manifestación por la vivienda en la Plaza de la Merced en Málaga este sábado. / Jorge Zapata / EFE
Málaga | Una ciudad que sufre la presión del turismo
La protesta malagueña llega apenas unos días después de que el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre (PP), anunciase lo que denominó una “moratoria global” para las viviendas de uso turístico. No puso fecha concreta ni dio mucho más detalle, pero sí aseguró que durante tres años no sería posible inscribir nuevos pisos como alojamiento para turistas. También aseguró que el ayuntamiento va a poner en marcha un estudio para conocer la compatibilidad del turismo con la vida en la ciudad. “O si tenemos que poner, efectivamente, unas orientaciones para hacerlo más compatible”, señaló. Cuando entre en vigor será el tercer paso dado por el consistorio malagueño, tras prohibir nuevas licencias a pisos que no tengan entrada independiente y luego hacerlo en 43 de los barrios de la ciudad por la acumulación de estos negocios.
En la actualidad, Málaga dispone de 12.653 pisos de uso turístico que suman más de 65.000 plazas, según las estadísticas de la Junta de Andalucía. Una buena parte de ellos están en el centro histórico, donde según un informe municipal una de cada tres casas tiene como destino acoger a turistas. La asociación de Viviendas y Apartamentos Turísticos de Andalucía, la medida puede ser un “peligroso precedente” para zonas donde el turismo es clave como motor económico y que “penaliza injustamente a los malagueños o inversores que han confiado en esta ciudad”, según el presidente de la patronal, Juan Cubo.

Baleares | María Magdalena, asistente a la protesta: “He podido independizarme porque mis padres me han dejado una casa familiar en la que no vivían”
Muchos grupos de jóvenes asisten a la manifestación en Palma. María Magdalena, de 28 años, es una de ellas. Explica que no conoce a ninguna persona de su edad que haya podido independizarse sin que la vivienda sea heredada o pertenezca al patrimonio familiar. “Me he podido independizar porque mis padres me han podido dejar una vivienda de herencia en la que ellos no vivían. Si no fuera por eso, no podría pagar ni un alquiler ni una hipoteca” señala.
El Gobierno de Baleares ha intentado impulsar el programa de avales hipotecarios para jóvenes, que hasta ahora fijaba el precio máximo del inmueble a comprar en 270.000 euros, ampliándolo hasta los 382.000 euros. Sin embargo, la medida tendrá un impacto relativo a tenor de los precios de las viviendas que se anuncian en los principales portales inmobiliarios de las islas. Apenas el 15% del total de las casas que se anuncian en Baleares tienen un precio inferior a ese importe.


Manifestación por la vivienda en San Sebastián, este sábado. / M. O.
San Sebastián | Miles de personas en la manifestación protestan contra el “negocio inmobiliario”
Un gran anuncio cubre la fachada de un edificio en obras justo al lado del Ayuntamiento de San Sebastián y en el que se promocionan “viviendas de lujo”. En ese punto, miles de personas se han concentrado para participar en la única manifestación que se celebra en el País Vasco contra la situación de la vivienda. La marcha ha partido cerca de las 12.30, casi media hora después de la hora anunciada. La Guardia Municipal no ha facilitado aún datos sobre la asistencia de gente, pero es una de las más multitudinarias que se han celebrado en los últimos meses en la capital guipuzcoana. San Sebastián es precisamente la ciudad española donde el precio del metro cuadrado de vivienda es más caro en el país, y alcanza ya los 5.708 euros, según la última estadística registral inmobiliaria.
Karla Pisano, de 28 años, portavoz del Sindicato Socialista de Vivienda, explica que esta movilización pretende mostrar el enfado de la sociedad ante el “negocio inmobiliario” y la reivindicación del derecho a la vivienda. “Lo que estamos viendo con preocupación es que el problema de la vivienda está aumentando la preocupación y el hartazgo social. Pero lo más grave es que este hartazgo social está siendo utilizado por los partidos políticos para escenificar que se están poniendo manos a la obra aplicando una serie de políticas que, en mi opinión, solo están consiguiendo reforzar la financiación pública del negocio”.


Fernando Mireles y Jonathan Mesa, este sábado en Las Palmas de Gran Canaria. / G. V.
Gran Canaria | “No pueden humillarnos cada vez que queremos alquilar”
La manifestación en Las Palmas de Gran Canaria ha comenzado en la Plaza del Pilar, epicentro del barrio de Guanarteme. Esta zona de la ciudad ejemplifica como pocas la tensión del mercado de la vivienda en las islas. Su cercanía a la Playa de las Canteras ha ayudado a que se haya producido un bum inmobiliario que ha llenado la zona de promociones y viviendas vacacionales. “La vivienda es un derecho, no un privilegio”, explica Andrea Farah, una de las portavoces del movimiento Derecho al techo. “No podemos sentirnos humillados cada vez que vamos a alquilar una vivienda”.
La Plaza se va llenando lentamente al ritmo de las actuaciones musicales. “La idea no es quedarnos en esta manifestación”, explica por su parte Jonathan Mesa, otro de los portavoces, que convoca a las personas con problemas de vivienda a una asamblea el día 26. “Vamos a organizarnos para evitar desahucios”, resume. Uno de los asistentes es Fernando Mireles, de 82 años. “Hay que luchar”, asevera, porque la gente no tiene ni para alquilar. “Yo vivo bien, pero hay que estar por la juventud. Cada día hay más turistas y los sueldos son peores”.

Baleares encabeza la venta de vivienda a compradores extranjeros
Para Marc, de 32 años, la vivienda se ha convertido en un “bien de lujo” que está expulsando a los mallorquines de sus barrios. Explica que ha vivido en casa de sus padres en el mismo barrio toda la vida y que, actualmente, se ha tenido que marchar a la periferia con su pareja porque no le es posible pagar nada en la zona en la que ha crecido. En Baleares, una de cada cuatro viviendas a la venta el año pasado fueron adquiridas por ciudadanos extranjeros, según los datos del último informe del Banco de España. Es la comunidad que lidera la venta de vivienda a extranjeros, con un 24,5%, lo que agrava aún más el problema existente porque la población local no puede competir con los precios que ofrecen ciudadanos provenientes de países con mayor poder adquisitivo.


Madrid | “No podemos quedarnos de brazos cruzados”
Marisa Plaza, de 70 años, ha venido desde Móstoles hasta el centro de Madrid con un solo motivo: apoyar a la juventud. “No podemos seguir permitiendo que la vivienda se convierta en un negocio”, asegura. A su juicio, las nuevas generaciones lo tienen mucho más difícil: “Con un sueldo de mi marido que es electricista pudimos comprar una vivienda y hoy en día eso no lo pueden hacer ni entre la pareja porque sus sueldos se los come el alquiler”, asegura.
Con ella coincide María Alonso, otra de los cientos de asistentes jubilados. La mujer de 66 años afirma que ha venido por solidaridad y porque sabe “lo que es privarse de lo más elemental” para tener un techo. “Vivi de alquiler 10 años, tenía un sueldo precario y al final era el alquiler o comer”. María sostiene que pese a que muchos de los asistentes de mayor edad ya cuentan con estabilidad residencial, los mueve la necesidad de cambiar las cosas para la juventud: “No podemos quedarnos de brazos cruzados”.


Ana Díez Pérez, Gestora Cultural. 30 años. / Silvia R. PONTEVEDRA
Santiago de Compostela | Ana Díez, asistente a la manifestación: “Creo que puedo aprender a vivir sin mi pareja, pero a ver cómo pago el alquiler yo sola”
Ana Díez llegó a Santiago de Compostela con 18 años, para estudiar su carrera. Aquí vivió en su propia piel la evolución de la vivienda, primero en pisos de estudiantes para seis o siete personas, tan precarios que ella duda que “tuviesen cédula de habitabilidad”. Después marchó a Praga con el Erasmus, y al volver decidió instalarse con su novio, con el que ha vivido seis años. Encontraron un apartamento oscuro, “interior, pero digno” por 530 euros. Pero a los cinco años, “15 días antes de expirar el contrato”, la casera les anunció que el nuevo precio serían 1.500 euros. Imposible asumirlo.
Así que se pusieron a buscar y encontraron un estudio por 450. Una auténtica rareza en una ciudad en la que, según el Sindicato de Inquilinas, no hay más que 13 pisos a menos de 600 euros, todos abuhardillados, alejados y de menos de 40 metros cuadrados. Ahora Ana está en proceso de separación y no encuentra forma de independizarse, porque lo que gana se le iría entre pagar su cuota de autónoma y la renta del piso. Tenía pensado traer una pancarta a la manifestación con este lema: ”puedo aprender a vivir sin ti, pero a ver cómo pago el alquiler“. “No me ha dado tiempo de pintarla, te la doy de titular”, dice.


Lucía Vázquez, durante la manifestación en Sevilla. / Paco Puentes
Sevilla | Lucía Vázquez, asistente a la protesta: “Nos sentimos desprotegidos por un turismo que se debería empezar a controlar”
Lucía Vázquez tiene 23 años y trabaja en el sector audiovisual. No tiene un mal sueldo, 1.500 euros, pero el 40% lo destina a pagar un alquiler de 600 “en el que casi no quepo”, y eso, indica, sin sumar los gastos adicionales y las reparaciones de todo lo que se estropea o el pago de todo lo que falta, porque su casero no aporta nada. Es el precio que tiene que pagar, reconoce, por seguir viviendo cerca de La Macarena, en el centro histórico de Sevilla, una zona que han colonizado los pisos turísticos. “Nos sentimos desprotegidos por el turismo, que a lo mejor no es culpable en sí mismo, pero se debería empezar a controlar”, sostiene.


Gran Canaria | “Es un problema mundial que se ve a la perfección en este barrio”
Unas 300 personas se han dado cita este sábado en la manifestación en Las Palmas de Gran Canaria. “Tenemos un problema común: se nos están comiendo las uñas. Tenemos que exigir que alguien nos ayude, y ese ha de ser nuestro Gobierno”, afirma desde el estrado Paula Torres Cuarental.
“Es un problema mundial, pero se ve a la perfección en esta ciudad y en este barrio”, afirman Verónica Hernández y Richard Cerpa, de 42 y 44, acompañados de su perro Barni. Ella es autónoma; él, dependiente. Viven cuatro en un piso con dos habitaciones. “Al menos es un chollo: 750 al mes”.


Ane, vitoriana, durante la protestas. / M. O.
San Sebastián | Ane llama a la unión de los jóvenes y defiende el derecho a “una vivienda gratuita porque es un bien de primera necesidad”
La situación que vive Ane, vitoriana de 23 años, es extensible a muchos jóvenes españoles: “Es muy difícil acceder a un alquiler que te puedas permitir. En mi caso, dedico una gran parte de mi salario al alquiler. Eso me crea inseguridad porque no tengo tanta capacidad de ahorro y mis condiciones de vida van empeorando”. Paga 250 euros mensuales por vivir en un piso compartido cuando su situación laboral tampoco es boyante porque está en “varios trabajos pequeños que de alguna manera me permiten salir un poco a flote”.
Asegura que los jóvenes están sufriendo “unas condiciones laborales muy precarias, con trabajos inestables y sueldos bajos que dificultan tener un estándar mínimo de calidad de vida”. Por eso, considera que “es necesario organizarse para hacer frente al problema de la carestía de la vivienda que afecta terriblemente a la mayoría de la juventud”. Y apostilla: “Así como todos estamos de acuerdo en que debe haber una sanidad gratuita, no entiendo por qué no estamos de acuerdo en el derecho a una vivienda gratuita porque es un bien de primera necesidad”.

Santiago de Compostela | “La agresiva turistificación de la ciudad empeora cada día nuestras condiciones de vida”
Santiago ha sido este mediodía el escenario de la primera manifestación por la vivienda de las cuatro organizadas en Galicia, que tienen lugar en Vigo, A Coruña y Ourense, aparte de la capital gallega. Unas 1.500 personas de todas las edades, pero sobre todo gente joven, han salido a la calle, convocadas por Xuntanza pola Vivenda, para denunciar que en esta ciudad de 100.000 habitantes la vivienda “es un bien de primera rentabilidad para los especuladores”.
“La agresiva turistificación de la ciudad y la alta demanda por parte del estudiantado y de la propia vecindad incrementa cada día el empeoramiento de las condiciones de vida de la clase trabajadora compostelana”, recogen en su manifiesto los convocantes. Según el Oservatorio Galego da Vivenda, el precio del alquiler en Santiago de Compostela se incrementó desde 2020 en un 36,69%. Además, un 18% de los pisos disponibles superan los 1000 euros al mes.


La asistente a la protesta Ana Reyes, en Sevilla, este sábado. / Paco Puentes
Sevilla | Una de las manifestantes: “Nuestro arrendador es un gran tenedor y no sabemos qué puede pasar”
El encarecimiento de los alquileres y la imposibilidad de adquirir una vivienda en el centro de Sevilla son algunos de los motivos que comparten la mayoría de los asistentes a la manifestación en la capital andaluza. Es el caso de Ana Reyes, profesora de español de 39 años, que ha acudido con uno de sus dos hijos a la marcha. Lleva toda la vida viviendo de alquiler junto a su pareja, en estos últimos años, junto al arco de la basílica de La Macarena. “Destinamos el 30% del sueldo al alquiler y eso no nos da capacidad de ahorro para comprar una casa en el centro”, indica.
A ella, el casero les sube el precio acorde con el IPC y, aunque reconoce que, más allá de eso, no tiene problemas, sí le preocupa el hecho de que su arrendador sea un gran tenedor. “No sabemos qué va a pasar. A nuestro alrededor muchos se han tenido que mudar porque están convirtiendo sus casas en pisos turísticos”, indica. Para ella, el auge de este tipo de viviendas es el principal encarecimiento de los precios en Sevilla. “El problema ha empezado con ellos, el centro ha cambiado mucho”.


Katia Martín, veterinaria de 26 años, y su pareja. / LUIS PAZ VILLA
Madrid | Katia Martín: “Mi sueldo de veterinaria es bastante precario y el alquiler se llevaría tres cuartas partes”
Katia Martín, veterinaria de 26 años, ha acudido a la protesta con su pareja. Como muchos de los jóvenes que han atendido a la convocatoria de este sábado, lamentan que con la subida del precio de los alquileres en la capital se juega su proyecto de vida. Katia vive con sus padres y quiere emanciparse desde hace mucho tiempo, pero no ha podido encontrar un piso que se ajuste a su presupuesto.
“Pese a lo que puede pensarse, mi sueldo de veterinaria es bastante precario y el alquiler se llevaría tres cuartas partes, entonces es imposible”, relata. Katia espera que la situación cambie a mejor y poder mudarse pronto sin sacrificar casi todos sus ingresos. Construir un hogar juntos es su única opción, de vivir sola “ni hablar”.


Miguel Anir, duran la protesta por la vivienda en Las Palmas de Gran Canaria. / G. V.
Las Palmas de Gran Canaria | Miguel Anir: “A los autónomos no se nos permite alquilar”
Miguel Anir camina por la manifestación mientras desde el estrado suenan lemas como “Canarias no se vende, se ama y se defiende” o “vivienda vacacional, negocio criminal”. Anir porta una pancarta que lo dice todo: “Me quieren echar a la calle con dos hijos”. Tiene 47 años, es autónomo con dos hijos de 5 y 14 años. “Soy autónomo, hay meses que tengo los ingresos netos de más de 2.000 dudo, pero a veces no llego”.
Tiene que abandonar su casa desde que hace cinco meses, la casera le envió una carta reclamándole la vivienda después de cumplirse su contrato. “Me dice que quiere vender, pero yo no lo creo”, concluye.


Abdessalam, durante la protesta en San Sebastián, este sábado. / M. O.
San Sebastián | Abdessalam: “Hay un problema de racismo. Cuando oyen tu nombre dicen que no te alquilan el piso”
Abdessalam tiene 51 años y vive de alquiler en Vitoria. Es padre de tres niños menores y asiste a la manifestación de San Sebastián junto a su pareja, también marroquí. Es la primera vez que acuden a una convocatoria de este estilo. “Estamos aquí para defender nuestros derechos y denunciar el problema que tenemos los extranjeros para acceder a una vivienda. Es un problema de racismo, porque cuando hablas con un propietario y oyen tu nombre dicen que no te alquilan el piso”.
Vive con su familia en un alquiler “de precio normal” en la capital alavesa: “Hay anuncios de viviendas vacías y con un precio bueno, pero el problema que es que muchos dueños quieren alquilar una vivienda sin firmar un contrato, sin pedir empadronamiento, pagando en negro y, además, te piden un precio que no es lógico”.


José Enrique Alonso, en Sevilla. / Paco Puentes
Sevilla | José Enrique Alonso: “Una hipoteca a 30 años al final es una losa”
José Enrique Alonso tiene 35 años y es ingeniero. Tiene un buen salario que, sin embargo, no le llega para poderse comprar un piso en el centro de Sevilla similar al que comparte con su pareja y en el que vive de alquiler. “El equivalente a una vivienda como en la que estamos viviendo ahora es muy caro y el coste de entrada muy alto”, indica.
Tiene claro que esta situación viene provocada por el auge de los pisos turísticos “y la especulación de quien tiene un piso en propiedad, que también es lógico que quiera sacarle partido, cuando todos lo hacen”, explica. Una situación que aboca a las parejas jóvenes, como la que él forma, a tener que irse a municipios de la periferia, algo que él, que viene precisamente de la zona metropolitana de Sevilla, donde viven sus padres, no se plantea. Entre otras cosas, porque esa presión hacia las afueras, también ha provocado un encarecimiento de los precios allí. “Mis padres viven en el Aljarafe y el precio de su casa se ha triplicado. En su momento, ellos pudieron permitirse unir dos viviendas, ahora una sola vale igual que las dos juntas. Irse a la periferia te supone una hipoteca de 30 años, que al final es una losa”, sostiene.
No cree ni en las medidas del Gobierno central, ni en las de la Junta de Andalucía, que aboga por desgravaciones en el IRPF para quienes adquieren vivienda. “No tengo muy claro las cosas, o las ayudas o facilidades, porque al final la difusión de esas medidas no es clara, no sé si tengo derecho a deducción o si esa medida ya ha dejado de aplicarse”, indica.
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